miércoles, 9 de noviembre de 2011

1Q84 Libro 3, de Haruki Murakami.

Murakami completa con este tercer libro su magna obra 1Q84, un verdadero homenaje a la fantasía cercana, propia de su estilo y un deleite para sus incondicionales seguidores.

Los libros 1 y 2 dejaron a Tengo y Aomame en una situación complicada cuya resolución quedaba pendiente. Si bien el tercer vértice del triángulo lo soportaba Fukaeri ahora pasa a ser una mera figurante mientras Murakami otorga ese papel de tercer actor al investigador Ushikawa contratado por Vanguardia.

Aomame decide recluirse mientras la tormenta por el asesinato del líder de Vanguardia amaina. Tengo se debate entre prestar atención a Fukaeri o a su moribundo padre. Y Ushikawa va acercándose cada vez más peligrosamente a ambos.



Gran parte de la obra carece de acción, el piso en el que se esconde Aomame y la habitación del padre de Tengo son los escenarios minimalistas que nos presenta Murakami. Esta ‘fase tranquila’ de la novela -semejante al sueño reparador- sirve para ir cuadrando las reflexiones sobre los dos libros anteriores y para que el lector pueda conectar las claves de los mismos por si se encuentra perdido. Únicamente la investigación de Ushikawa produce cierto movimiento en el conjunto. Mientras, el lector desea como en la novela romántica el acercamiento entre ambos protagonistas, pero ese encuentro parece ser cada vez más difícil.

La última parte de este tercer libro contiene el desenlace de la novela. El escritor nipón no se anda por las ramas y es capaz de cerrar esta obra sin dejar cabos sueltos; bastante ha imaginado el lector durante 1200 páginas para seguir dándole vueltas después.

Murakami sigue con la filosofía de no juzgar lo bueno ni lo malo. Salvo Tengo cuya conciencia sigue atribulada por lo que considera un abuso editorial, los demás personajes, actúan sin un orden moral fijo, matan, abusan, crean y destruyen siguiendo tan sólo sus sentimientos y aunque podamos sentir afinidad por ellos es obvio dicho comportamiento sólo obedece al mundo de 1Q84 al que se han trasladado y no al mundo real al que deben regresar.

Debemos advertir que si el lector no ha iniciado la saga con los dos primeros libros se abstenga de comenzar en este tercero pues la trama sería inasible.

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